Aquí no hay reformas de esas “para salir del paso”. Aquí se ha hecho todo como si fuera para uno mismo. Sin escatimar. Sin prisas. Sin tonterías. Y se nota nada más entrar. Una casa donde no vas a tener que hacer nada más que disfrutar. Donde te sientas, respiras, y piensas: “ya era hora”. Aquí desayunas al sol sin que nadie te moleste. Aquí tienes espacio fuera para lo que te dé la gana: leer, tomar algo, plantar tomates o poner una piscina hinchable. Aquí duermes tranquilo. Y vives mejor. Porque cuando te compras una casa, no la compras por sus metros ni por si tiene pintura lisa o ventanas de PVC (aunque también lo tiene). La compras porque estás harto de no tener un sitio que te guste de verdad. Y aquí lo tienes. Al lado del parque, con tranquilidad, con buen clima, con buen rollo. Y con la sensación de que esta vez sí, esta vez acertaste.
La información proporcionada es de carácter informativo. El precio indicado no incluye impuestos ni gastos asociados a la compraventa. Le recomendamos verificar con nuestros gestores qué conceptos están incluidos en el precio.